La ausencia de Ucrania en las discusiones ha generado preocupaciones sobre el futuro de las negociaciones
Rusia y Estados Unidos han comenzado a trabajar en la búsqueda de una solución para poner fin a la guerra en Ucrania, en un giro significativo en las relaciones diplomáticas bajo el liderazgo de Donald Trump. Tras una reunión en Arabia Saudita, los dos países acordaron tres objetivos clave: reintegrar al personal diplomático en sus embajadas, crear un equipo para apoyar las conversaciones de paz sobre Ucrania, y explorar una cooperación económica más estrecha.
Sin embargo, el proceso está aún en sus primeras etapas y requiere más trabajo en el futuro. Las conversaciones han sido recibidas con cautela tanto en Ucrania como en Europa, ya que la ausencia de Kiev en las discusiones ha generado preocupaciones sobre el futuro de las negociaciones y los posibles acuerdos.
El encuentro también marca un importante contacto entre Moscú y Washington desde el inicio de la invasión rusa en 2022, en medio de un panorama internacional tenso. Mientras Estados Unidos y sus aliados europeos buscan involucrarse activamente en el proceso, Ucrania ha expresado su descontento por no ser parte de estas conversaciones, lo que podría complicar aún más los esfuerzos por lograr una paz duradera.
A pesar de estos desafíos, las partes involucradas han afirmado que las conversaciones fueron constructivas y abrieron la puerta para un futuro diálogo, aunque se necesita más tiempo para abordar temas clave como el territorio y las garantías de seguridad.
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