Entre consignas de lucha y exigencias de justicia, familiares, comuneros, luchadores sociales y organizaciones civiles despidieron este domingo a Marco Antonio Suástegui Muñoz, vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop).
El cortejo fúnebre partió de su hogar en Cacahuatepec a las 8:30 de la mañana y avanzó dos kilómetros hasta el panteón local, acompañado por gritos de resistencia como «¡Marco vive, la lucha sigue!» y «¡La tierra no se vende, se defiende con la vida y con la sangre!».
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Durante el sepelio de Marco Antonio Suástegui, comuneros exigieron la cancelación definitiva de la presa La Parota
El dolor se mezcló con la indignación ante la falta de resultados en la desaparición de su hermano Vicente Suástegui, ocurrida en 2021.
Durante el sepelio, comuneros exigieron la cancelación definitiva de la presa La Parota y el cese de las actividades gravilleras en el río Papagayo.
Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, resaltó el legado de Suástegui: “Marco enseñó que los derechos se defienden con dignidad y resistencia frente al poder”.
Organizaciones como la Organización Campesina de la Sierra del Sur y la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero, así como representantes de San Salvador Atenco, participaron en el homenaje.
Ignacio del Valle, dirigente atenquense, entregó a la familia de Suástegui un paliacate en señal de hermandad.
«Te vamos a sembrar, Marco, tu semilla florecerá en cada pensamiento y acción», expresó Del Valle. Con su muerte, señalaron los presentes, queda un compromiso: continuar la lucha por la tierra y la dignidad de los pueblos.
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