El Reino Unido ha anunciado la implementación de la castración química en delincuentes sexuales como parte de un ambicioso paquete de reformas penitenciarias y judiciales.
Shabana Mahmood, secretaria de Justicia, informó al Parlamento que el tratamiento con medicamentos para reducir el impulso sexual se aplicará en 20 prisiones de dos regiones británicas, y no descartó hacerlo obligatorio en el futuro.
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La castración química se combinara con intervenciones psicológicas
La medida busca reducir la reincidencia de agresores sexuales, aliviar la saturación del sistema penitenciario y fortalecer la rehabilitación. Según estudios citados por Mahmood, la castración química podría disminuir la reincidencia hasta en un 60%.
Aunque reconoció que no es adecuada para todos los ofensores —especialmente aquellos motivados por poder y control—, insistió en combinarla con intervenciones psicológicas.
Este enfoque ya se aplica voluntariamente en Alemania y Dinamarca, mientras que en Polonia es obligatorio para ciertos delincuentes.
La propuesta forma parte de una revisión independiente encabezada por el exministro de Justicia David Gauke, que también recomienda reformas como sentencias alternativas, excarcelaciones anticipadas y la deportación de extranjeros con condenas menores.
Mahmood, quien asumió el cargo tras el retorno del Partido Laborista al poder en julio de 2024, destacó la urgencia de actuar ante un sistema carcelario colapsado, con casi 90 mil internos.
Anunció una inversión anual de 700 millones de libras para reforzar el sistema de libertad condicional y fomentar la rehabilitación.
La oposición conservadora criticó algunas propuestas, como la eliminación de sentencias cortas, acusándolas de “despenalizar” delitos menores. Mahmood respondió que su administración está “limpiando el desorden” dejado por los conservadores y que ya se ha iniciado la mayor expansión carcelaria desde el siglo XIX.
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