El Festival de Cannes clausuró su 78ª edición con un triunfo cargado de simbolismo: el cineasta iraní Jafar Panahi se alzó con la Palma de Oro por Un simple accidente, un thriller cargado de tensión política y emocional.
Rodada clandestinamente en Irán, la cinta sigue a Eghbal, un hombre atormentado por el pasado, que tras un accidente automovilístico se enfrenta a su torturador, reavivando los fantasmas de su encarcelamiento.
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«Un simple accidente» es un thriller cargado de tensión política y emocional.
Panahi, quien ha hecho un cine crítico y comprometido, asistió por primera vez en 15 años al festival después de que lo liberaron en 2023.
Durante su discurso, anunció que regresará a Irán este domingo. “En el peor de los casos, me volverán a meter en la cárcel”, declaró, subrayando que el premio “no es para mí, es para todos los cineastas iraníes que ahora no pueden trabajar”.
En el resto del palmarés, el franco-español Oliver Laxe y la alemana Mascha Shilinzki compartieron el Premio del Jurado con «Sound of Falling», mientras que el Gran Premio fue para «Sentimental Value«, del noruego Joachim Trier.
El brasileño Kleber Mendonça Filho se llevó el premio a Mejor Dirección por «El agente secreto», cinta que también dio a Wagner Moura la distinción a Mejor Actor. El jurado reconoció a la tunecina Nadia Melliti como Mejor Actriz.
La ceremonia se vio precedida por un gran apagón en la ciudad de Cannes, atribuido a un presunto sabotaje.
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