En las últimas semanas, un peculiar fenómeno musical ha sacudido las redes sociales y generado intensos debates: una serie de narcocorridos que narran los delitos de Manfred Mauricio Quintanilla Hernández, un empresario mexicano envuelto en diversas acusaciones penales.
Quintanilla Hernández, conocido por ser propietario de empresas como Grupo TUM y EVM Energía del Valle de México, enfrenta cargos por desvío de recursos, fraude y enriquecimiento ilícito. Lo que ha causado mayor impacto es que estos mismos delitos han sido convertidos en tema de las canciones que han captado la atención del público, logrando una inesperada viralidad dentro del género de los «corridos tumbados«.
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Acusaciones y antecedentes de Manfred Mauricio Quintanilla Hernández
No es la primera vez que el nombre de Manfred Mauricio Quintanilla Hernández aparece en el ojo del huracán. Adicionalmente a las acusaciones por fraude y corrupción, también se le señala como encubridor de feminicidas. Específicamente, su relación con su tío, el abogado Jesús Hernández Alcocer, quien en 2022, asesinó a su esposa, la cantante Yrma Lydya, y se presume que Quintanilla intentó sobornar jueces y testigos para evitar que su tío fuera encarcelado.
Este escándalo ha dado un nuevo giro con la aparición de narcocorridos que detallan estos hechos con letras sarcásticas y narrativas elaboradas. El fenómeno ha servido para exponer sus crímenes ante un público masivo.
Silencio ante las acusaciones
Hasta el momento, Manfred Mauricio Quintanilla Hernández no ha hecho ninguna declaración sobre las acusaciones o sobre la música inspirada en sus presuntos delitos. Su silencio ha sido interpretado por muchos como una confirmación implícita de su culpabilidad. Además, su situación legal sigue siendo incierta, ya que enfrenta órdenes de aprehensión tanto en México como en Estados Unidos.
Por ahora, el empresario sigue en la clandestinidad, mientras su historia es contada una y otra vez en el ritmo pegajoso de los corridos tumbados.
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