Productores de pulque, músicos, artistas gráficos y artesanos se manifestaron la tarde el martes 26 de marzo, contra el cierre pulquerías en la capital.
La protesta se llevó a cabo a las afueras de «La Paloma Azul», una de las pulquerías más tradicionales de la Ciudad de México. En el sitio, los asistentes denunciaron la clausura de estos espacios por parte del Instituto de Verificación Administrativa (INVEA).
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Clara Brugada aseguro que el cierre de pulquerías tiene como objetivo evitar la venta de alcohol a menores y respetar los horarios de funcionamiento
Los manifestantes, repartieron pulque y exigieron el reconocimiento de las pulquerías como espacios culturales independientes y declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México.
Argumentaron que estos cierres afectan la economía de familias enteras y a los productores de maguey, además de amenazar una tradición con más de cinco siglos de historia.
Posteriormente, se realizó una conferencia de prensa en el Multiforo Alicia, donde se expuso cómo la aplicación de normativas pensadas para bares y antros ha puesto en riesgo la existencia de estos negocios.
César Ponce, presidente de la Asociación Nacional de Pulquerías Tradicionales, afirmó que las clausuras han ocurrido bajo el operativo «La Noche es de Todos», el cual busca regular la venta de alcohol en la ciudad. No obstante, Ponce aseguró que las pulquerías no operan de noche ni fomentan actividades clandestinas, por lo que deben ser reguladas de manera diferenciada.
Por su parte, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, negó que exista una estrategia en contra del pulque y aseguró que el único objetivo es evitar la venta de alcohol a menores y respetar los horarios de funcionamiento.
Sin embargo, los propietarios insisten en que las exigencias del INVEA no se ajustan a la naturaleza de sus negocios.
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