Con los guantes puestos y el corazón en alto, más de 42 mil personas convirtieron el Zócalo capitalino en un gigantesco gimnasio al aire libre durante la Clase Nacional de Boxeo, la cual fue encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum y protagonizada por leyendas como Julio César Chávez y Óscar de la Hoya.
Este evento fue mucho más que una rutina de entrenamiento: fue un grito colectivo contra las adicciones, la violencia y el sedentarismo.
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De acuerdo a Claudia Sheinbaum, la Clase Nacional de Boxeo convocó a cerca de 500 mil personas en todo el país.
Chávez, símbolo de gloria y caída en el boxeo nacional, encarnó el mensaje principal del evento: se puede caer, pero también levantarse.
Frente a su viejo rival, De la Hoya, volvió al ring con humor y respeto, recreando aquel duelo histórico, pero ahora como embajadores de una causa común: el deporte como antídoto para sanar.
La plaza se llenó de puños al aire y sudor patriótico. Jóvenes, adultos, niñas y niños siguieron las indicaciones de campeones como Marco Antonio Barrera, Irma “Torbellino” García y “Mano de Piedra” Durán, conectados también con miles más desde las 31 entidades del país.
Entre jabs, ganchos y juegos de pies, se tejió una narrativa de esperanza. La mandataria capitalina, Clara Brugada, y funcionarios como Miguel Torruco y Mario Delgado, se sumaron al entrenamiento con entusiasmo, mientras el público coreaba el nombre de Chávez, convertido ya en símbolo de resiliencia nacional.
Por la noche, Sheinbaum celebró el éxito del evento en redes sociales: cerca de 500 mil personas participaron en todo el país.
https://twitter.com/Claudiashein/status/1909054708964000199
México boxeó unido por la vida, por la paz y por la fuerza de un pueblo que, a pesar de los golpes, no se rinde.
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